Escribir por escribir

~ miércoles, 20 de mayo de 2009

Esta entrada probablemente la estarán leyendo (o al menos se publicará) un miércoles a las cuatro de la tarde. Pero la verdad es que la estoy escribiendo un domingo a las seis y cuarto de la mañana. Me preguntarán, y con razón: “¿Qué hace usted a las seis de la mañana escribiendo?” Pues… que quieren que les diga: no tengo mucho sueño, tampoco estoy muy cansado y mi madre me ha pedido que la despierte a las siete y cuarto de la mañana así que, para dormir una horita escasa casi que la despierto y después me voy a dormir. Y mientras, en toda la noche… He estado escribiendo.

A ver… he hecho otras cosas entre medias pero fundamentalmente escribir ha sido mi actividad fundamental. No ninguna historia ni nada que sea mínimamente reseñable para mi carrera literaria. No. Sólo he estado actualizando blogs. Sí, más o menos como este que estás leyendo. Escribir por escribir… Lo que me recuerda que tengo que copipegar un día cierta entrada que hice en el blog del tuenti (sí, amigos míos, ese clon del Facebook también tiene blog. Aunque no sirva para una mierda). Mmm… ¿saben lo que les digo? ¡Que la voy a copipegar ahorita mismo! Y así me sale algo más largo y con un verdadero propósito. O algo.

¿Saben una cosa? Son casi las dos de la mañana de un día anodino de mi gris-aunque-no-por-ello-triste vida. Ya he hecho todo lo que me corría más prisa, no tengo a nadie conectado en el messenger e hice el recorrido de rigor por los youtubetes de dios. Ahora mismo no tengo nada que hacer así que pienso: "¿Y si escribiera algo en el tuenti?"

"Estupenda idea" me digo a mi mismo. "Ya que no subes fotos, al menos que no se diga que no tengo esto descuidao, deslucío y desmaqueao". Pero de repronto otra duda me recorre la espina dorsal: "Hablar... ¿sobre qué? Las cosas importantes de la vida que podría analizar no son plato de buen gusto de la juventud que frecuenta esto del tuenti. Además no se me ocurre ninguna. También podría poner un triste video en el blog pero... no me quitaría las ganas de escribir más que unos cuantos minutos. O podría poner gracias sin gracia que salgan de mi craneal cerebro pero... son las dos de la mañana. No estoy en plan gracioso que digamos. Así pues... ¿sobre qué escribo?"

Y mientras van pasando las líneas, van aclarándose las ideas. ¡Ya está! ¡Escribiré por el puro placer de escribir! No narraré ninguna narración porque siempre me cuesta ponerme a narrar ni hablaré de ningún tema controvertido porque no quiero que, por este rincón humilde, nadie me ataque o se dé por ofendido. No. Solo escribiré. ¿Quién dijo que cuando uno escribe tiene que tener algo qué decir? ¿No existe acaso la escritura vacía de contenido? También es cierto que una lectura vacía de contenido no gusta a la gran mayoría pero... oigan, a alguien puede que le guste. Al menos no le quitaré yo el gusto a esa persona para que sea feliz haciendo lo que le gusta: perdiendo el tiempo en leer algo que no va a ningún sitio. Y eso le honra.

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