Semana #1

¡Hola, señores! Igual no recordaban que yo tenía un blog. Yo tampoco de normales me acuerdo. En serio, hace años que no escribo nada aquí. Y cuando lo hice fue por una especie de concurso que hicieron en el FNAC y que lorelei yo podría tener un gigatrón de millones de cosas si escribía una mierda de entrada. Por cosas gratis, lo que sea, ya saben.

Entonces, ¿por qué vuelvo a escribir? La respuesta es sencilla: 2014 ha empezado y me he propuesto como propósito de principio de año mantener esto actualizado. Una vez a la semana por lo menos. Es curioso de ver cómo, al ser un propósito de año nuevo, está casi condenado al fracaso. Por lo que no esperen demasiado. Yo no lo haría.

Hay una segunda razón por la que escribir: hace cosa de un año dejé de perder peso. Miren, así fue. Me quedé en unos estupendos 106 kilos (aunque debería haber bajado más. Mucho más) y no bajé más. Y durante 2013 he ido ganando paulatinamente ese peso que perdí en su día hasta quedarme, a día de hoy, en 114.4 kilos. Los he contado. Esta mañana, justo antes de despertarme. En cosa de un año he ganado ocho kilos. Entonces esta nueva intentona viene a colación como método de estar centrado en la perdida de peso. Y de ahí la periodicidad semanal. La cosa es que cada semana ponga aquí cuánto peso. Así, al tener que estar con la obligación de postear mi peso, para quedar bien yo mismo con mi mecanismo me auto-obligue a adelgazar. Así, muy loco. Sin comer cosas entre horas.

Pero no van a ser entradas centradas en el peso. Algunas habrá, claro. La cosa es hablar de mi semana. O no. De ponerles cosas que voy escribiendo. O no. De contarles mis neuras y de comentarles qué tal la efepé que estoy haciendo. O no. Todo y nada se darán la mano en este rinconcito de locura de la internet (¿se puede ser más prototípico mierder? Lo dudo mucho.). Hale, nos vemos el miércoles que viene. O al menos ese es el plan. Que les bulten.



~ miércoles, 1 de enero de 2014 0 comentarios