Vender libros en Madrid (y no morir en el intento)

¡Ey, ey, señores que me siguen y que dicen eso de que “antes molabas porque actualizabas mínimo una vez al mes”! ¡Hola, señores que me tienen en twitter y que visitan el blog porque les pongo el enlace en un tweet y les pido por su familia biológica que lo miren! ¡Buenas, lector anónimo que ha entrado esperando encontrar información sobre su equipo de futbol (no la vas a encontrar, ya te aviso)! ¿Qué tal están? ¿Bien? Perdónenme muy mucho, no se volverá a repetir, un mono me dijo que lo hiciera, soy despreciable… Bueno, ya saben, disculpas tipicas de estar dos o tres meses sin actualizar. ¡Vayamos con el tema!

Soy bastante buen lector. Cuando internet no consigue seducirme con sus cantos de sirena (cosa que sucede bien a menudo), prefiero tener un libro en mis manos que no el mando de la tele. Eso hace que mi biblioteca sea bastante extensa. Tan extensa que hace ya tiempo que no me cabe un solo libro y he tenido que empezar a apilarlos encima de los que ya están colocados. Por lo demás, están todos inmaculados. Porque me gusta cuidarlos lo máxima posible. Sí, soy muy despreciable cuando me pongo despreciable.

Esta falta de espacio unida a la creciente crisis que estamos viviendo (Wait… ¿que estamos en crisis?) me hizo hace menos de un año empezarme a considerar de vender algunos libros. No soy muy de ebay (miren ustedes que no me termino de fiar. Llámenme anticuado) así que busqué librerías de segunda mano aquí en Madrid. Esperaba encontrarme un servicio como el de otras tiendas de segunda mano de videojuegos, CD o DVD: tú vas ahí con tu producto a vender, te dan una cantidad de dinero y tú te vas a casita con un DVD menos y un poco más de dinero en el bolsillo.  No es tan difícil, miren. Ni tan descabellado. O al menos eso pensaba yo.

Empecé a buscar y en todas las librerías de segunda mano que vi no encontré justamente eso. Para poder vender libros, no podías vender solo uno o dos. Tenías que vender paquetes de cincuenta o de cien. Y te los pagan a lo más a diez euros. ¿Diez euros por 100 libros? ¡Maldita sea! Qué negociaco. Para ellos, digo. Así que dejé descansar el tema, aunque siempre estuvo ahí en la mente rondando.

Hace un par de semanas, con una situación económica familiar cada vez peor, surgió otra vez la idea de vender algún libro. Busqué por internet alguna librería que permitiese vender libros “de uno en uno”. Encontré una que decía en su página web que “si tiene algún libro que quiera vender, póngase en contacto con nosotros y negociaremos”. Eso de “algún libro” me pareció el equivalente a “de uno en uno”. Cogí la dirección y me fui a la tienda.

Cuando llegué a la tienda, entré y empecé a mirar los estantes abarrotados de libros. Me salió el encargado y me preguntó qué quería. Le expliqué que quería vender un par de libros pero que en todas las librerías que he entrado me han dicho que solo los venden en paquetes, no de uno en uno. El hombre, con toda la bordería del mundo (porque sí, era un hombre muy borde. O al menos eso me pareció a mí) me dijo: “Pues si no has encontrado ninguna en Madrid, por algo será”. Luego recogió un par de libros, volvió y me dijo: “¿Quieres vender tus libros? Pues móntate una tienda.” y se fue por entre un par de estantes. No le di ni las gracias.

Así que, amigos míos, desde entonces he perdido la esperanza. Sigo sin querer venderlos por ebay así que no me quedará otra que hacer bookcrossing con ellos. A lo más, regalar alguno a algún conocido. Pero no venderlos. Eso lo he dejado por imposible. Ahora mi pregunta es: ¿Por qué no hay un servicio de segunda mano de libros que se asemeje a la segunda mano de otros productos como los DVD o los CD? Si tuviera dinero, lo mismo me animaría y me lo montaría yo mismo. Porque no me creo que no haya gente que no esté en la misma situación que yo, leches.

Y nada más. De tanto tiempo sin escribir ya ni me acuerdo de cómo se terminaban las entradas. ¡Nos vemos!


~ jueves, 25 de noviembre de 2010 1 comentarios