Dead Rising Wii

“Dead Rising” originalmente era un juego para la Xbox360 que iba de matar miles de zombis (literalmente). La gracia del asunto es que debías de sobrevivir cinco días a una invasión zombi que había tenido lugar en un centro comercial. Si querías podías sobrevivir sin más o podías ayudar a otros supervivientes. Eso era cosa tuya. Podías hacer lo qué quisieras casi cuándo quisieras. Es uno de los juegos más difíciles y más carismáticos que jamás probé. Si quieren una muestra del juego, aquí tienen un botón.

¿Que por qué les cuento esto? Bueno… Porque les informo que, después del éxito, quisieron sacar una versión del mismo juego para la Wii de Nintendo. Debido a las limitaciones técnicas le pusieron menos zombis, menos objetos con los que poder matar y, qué cosas, un sistema de capítulos que se cargaba toda la libertad que tenía el juego original.

Pero eso no es lo principal. Lo que más me llamó la atención de esta versión fue el título que le pusieron aquí en España. Y es que en inglés el juego tenía un subtítulo. Se llamaba “Dead Rising: Chop ‘til you drop” (Algo así como “Corta hasta que desfallezcas”). Un título que en España no se mantuvo. En vez de ese título, se optó por ponerle al juego, con la cosa de hacer el chiste supongo…

“Dead Rising: Terror en el hipermercado”

Que lo mismo mucha gente que no es de España y esté leyendo esto se preguntará “¿Y dónde está el chiste, Tioserio? Porque yo no lo veo”. Atentos, amigos míos… ¡¡¡”Horror en el hipermercado” es una canción de los ochenta cantada por un grupo español!!! “Alaska y los Pegamoides” para más señas. Que lo mismo no me creen. Nah, les dejo aquí la canción para que la escuchen y vean el “curioso” parecido.

Sé que esto es algo de lo que se han hecho eco antes que yo multitud de blogs videojueguiles pero… me parecía curioso desde el simple momento en el que lo supe y además… ¡Qué este es mi blog, carallo! ¡Que escribo sobre lo que me apetece! (Además, no se podrán quejar de la entrada multimedia que les he hecho: foto, video y música en una sola entrada. ¡Soy un genio!) ¡Hasta otra, amigos!


~ lunes, 25 de mayo de 2009 1 comentarios

Correo basura mal traducido

Supongo que ya conocen de qué va el Spam, ¿verdad? Correo basura que nos mandan sin nosotros quererlo y que nos venden desde Viagra hasta bolsos de imitación, pasando por sexo barato y seguro con tu propia esposa asiática. Ofertas que, si no fuese porque se sabe que son spam, probablemente yo hubiese aceptado al instante.

Quiero que se fijen en el siguiente correo que recibí el viernes (creo). Créanme cuándo les digo que no he tocado ni una letra. Me vino así de fábrica. Véanlo y échense un par de risas. Jamás verán un spam tan mal traducido. ¡Disfruten! ¡Nos vemos el lunes! ¡O puede que no!

Hola,saludos cordiales,

Quiero introducir una compañía comercial de you.Because de la mala gestión, es que se enfrentará con el peligroso now.In de la quiebra a fin de recuperar las pérdidas, Ahora están vendiendo todos los nuevos products.If usted está interesado en la
compra ellos, visite sitio web.El que sitio es: xxxxxxxx . Usted también los puede contactar por correo electrónico o MSN.
Su dirección de correo electrónico es: xxxxxxxxxxx
él es de MSN es: xxxxxxxxxx


~ viernes, 22 de mayo de 2009 0 comentarios

Brentalfloss - Super Mario 3 with lyrics

Hay un chaval que está teniendo mucho éxito en esto del internes 2.0 a base de ponerle letra a diferentes músicas de diferentes videojuegos antiguos. Se llama Brentalfloss y ya ha puesto letra a la canción del Tetris, a la de los creditos del Super Mario 2 e incluso a la del inicio del Banjo-Kazooie (videos que ya les traeré o que, si son unos jodidos impacientes, pueden encontrar en el youtube al simpático precio de cero euros). No obstante, hoy les traigo su último video. Me encanta de él las camisetas de “1P” y “2P” (tengo que ver dónde conseguirme una) y el ritmillo intrinseco que tiene la melodia del Super Mario Bros 3, que está aderezado por las letras. Si no las entienden, no se preocupen. No hacen falta para disfrutar el video. Al menos, eso creo.


~ jueves, 21 de mayo de 2009 0 comentarios

Escribir por escribir

Esta entrada probablemente la estarán leyendo (o al menos se publicará) un miércoles a las cuatro de la tarde. Pero la verdad es que la estoy escribiendo un domingo a las seis y cuarto de la mañana. Me preguntarán, y con razón: “¿Qué hace usted a las seis de la mañana escribiendo?” Pues… que quieren que les diga: no tengo mucho sueño, tampoco estoy muy cansado y mi madre me ha pedido que la despierte a las siete y cuarto de la mañana así que, para dormir una horita escasa casi que la despierto y después me voy a dormir. Y mientras, en toda la noche… He estado escribiendo.

A ver… he hecho otras cosas entre medias pero fundamentalmente escribir ha sido mi actividad fundamental. No ninguna historia ni nada que sea mínimamente reseñable para mi carrera literaria. No. Sólo he estado actualizando blogs. Sí, más o menos como este que estás leyendo. Escribir por escribir… Lo que me recuerda que tengo que copipegar un día cierta entrada que hice en el blog del tuenti (sí, amigos míos, ese clon del Facebook también tiene blog. Aunque no sirva para una mierda). Mmm… ¿saben lo que les digo? ¡Que la voy a copipegar ahorita mismo! Y así me sale algo más largo y con un verdadero propósito. O algo.

¿Saben una cosa? Son casi las dos de la mañana de un día anodino de mi gris-aunque-no-por-ello-triste vida. Ya he hecho todo lo que me corría más prisa, no tengo a nadie conectado en el messenger e hice el recorrido de rigor por los youtubetes de dios. Ahora mismo no tengo nada que hacer así que pienso: "¿Y si escribiera algo en el tuenti?"

"Estupenda idea" me digo a mi mismo. "Ya que no subes fotos, al menos que no se diga que no tengo esto descuidao, deslucío y desmaqueao". Pero de repronto otra duda me recorre la espina dorsal: "Hablar... ¿sobre qué? Las cosas importantes de la vida que podría analizar no son plato de buen gusto de la juventud que frecuenta esto del tuenti. Además no se me ocurre ninguna. También podría poner un triste video en el blog pero... no me quitaría las ganas de escribir más que unos cuantos minutos. O podría poner gracias sin gracia que salgan de mi craneal cerebro pero... son las dos de la mañana. No estoy en plan gracioso que digamos. Así pues... ¿sobre qué escribo?"

Y mientras van pasando las líneas, van aclarándose las ideas. ¡Ya está! ¡Escribiré por el puro placer de escribir! No narraré ninguna narración porque siempre me cuesta ponerme a narrar ni hablaré de ningún tema controvertido porque no quiero que, por este rincón humilde, nadie me ataque o se dé por ofendido. No. Solo escribiré. ¿Quién dijo que cuando uno escribe tiene que tener algo qué decir? ¿No existe acaso la escritura vacía de contenido? También es cierto que una lectura vacía de contenido no gusta a la gran mayoría pero... oigan, a alguien puede que le guste. Al menos no le quitaré yo el gusto a esa persona para que sea feliz haciendo lo que le gusta: perdiendo el tiempo en leer algo que no va a ningún sitio. Y eso le honra.


~ miércoles, 20 de mayo de 2009 0 comentarios

Tioserio, prisionero de Azkaban

Sé que en este blog no se habla de Harry Potter porque para eso tengo ya otros tantos blogs pero… esta foto me encanta. De verdad. Me la hicieron el sábado y realmente la ailoviu mucho. Disfrútenla.


~ martes, 19 de mayo de 2009 0 comentarios

Asesinato a la fuerza (Parte 3)

[Tercera parte y desenlace del relato que empecé hace dos semanas. Si no has leído ni la primera ni la segunda parte, te invito a que las leas primero para llegar con la historia actualizada al gran desenlace. Las tienes aquí al lado, en el historial de actualizaciones. Por lo demás… ¡Disfruten y, después déjenme un comentario! ¡Me hará muchísima ilusión y se asegurarán que yo haga otra cosa de estas dentro de poco! ¡Gracias de antemano!]

Os resumo la situación: Fui a matar a un hombre. Descubrí que tenía esposa. La dormí y la encerré en el cuarto de baño y cuando volvía al dormitorio… descubrí que tenía una hija que empezó a gritar y despertó a su padre. Así que ahora estoy en la puerta de la habitación, con una niña de no más de doce años en el pasillo mirando como apunto a su padre con una pistola, y con un hombre al que debo matar sentado en su cama. Y todo por culpa de una persona que conocí hace un par de días. ¿He mencionado que yo, hace una semana, era una persona completamente normal? Pues eso.

No puedo matar a un hombre en presencia de su hija. Mi mente actúa rápido y rápidamente manda a mi boca que diga: “Dígale a su hija que se vaya a su habitación y cierre la puerta. ¡Vamos!”. El hombre retransmite el mensaje tal y cómo se lo he dicho. Miro a la niña. Aguanta estoica en el pasillo. ¡Tiene agallas la pequeña! Sabe que, mientras esté allí, no atacaré a su padre. Y debo suponer que habrá deducido que no podría hacerla daño. Por eso, supongo, veo que se acerca a mi corriendo y me pega una patada en le espinilla. ¡¡¡Auuu!!! Grito de dolor. Sin pensarlo le pego una bofetada a la pequeña. Sale volando hacia atrás y cae en el suelo. Se agarra la cara y empieza a llorar a grito pelao.

Miro a su padre. La rabia le sube por momentos. Se lo puedo notar en sus ojos. La niña sigue llorando a todo volumen. Mmm… Si sigue así va a despertar a todo el vecindario y, seguro, que habrá alguien en ese vecindario que llamará a la policía. De hecho, de no ser yo el criminal, probablemente sería ese vecino. Ansioso, gritó al hombre para que haga callar a su hija. Él lo intenta pero la niña no cesa en sus alaridos. Tengo que hacer algo pronto. Estoy desesperado. Tan desesperado que, dejando atrás el raciocinio que tenía antes, mi instinto de supervivencia sale a la luz y le pego un tiro a la niña en el pecho. ¡Bang!

Los berridos de la hija paran y son sustituidos por sonoros jadeos. Un borbotón de sangre sale del agujero que ha dejado la bala. Sus manos pasan de la cara al pecho y aferran su camisón con fuerza. Fuerza que poco a poco va desapareciendo. Lo conseguí. He matado a una niña. Y no, no me siento orgulloso de ello. Estoy a punto de llorar. ¡De verdad que no quería!

Y en esas estoy yo, pensando en lo bajo que he caído, cuando una fuerza me tira al suelo. Caigo al lado de la niña boca abajo. Pero rápidamente las manos del padre tiran de mi y me ponen boca arriba. Puedo ver la rabia descontrolada, la ira de un padre que ha visto cómo mataban a su hija. Empieza a darme puñetazo tras puñetazo en la cara. Duelen. Duelen mucho. De hecho, duelen tanto que empiezo a notar cómo la boca me sabe a sangre. ¡¡Ay!! De un puñetazo me rompe la nariz. Bueno, o eso creo. Como un acto reflejo, subo la pistola que sigo teniendo en la mano y la disparo no sé dónde.

La cara de él se transfigura del odio irracional a la inexpresividad total. Un poquito de sangre sale de algún lugar justo encima de su cabeza mientras cae encima mía. Me quedo un par de minutos con su cuerpo encima mío, reflexionando sobre lo que acabo de hacer. He matado a dos personas. Bien. No entraba en tus planes para la vida, ¿verdad? Y una de ellas era una niña. ¡Una niña! Bueno… Como dije hace un par de horas, lo hecho hecho está y no vale la pena atormentarse voluntariamente por ello. Ya se encargará mi subconsciente. Al menos, habré pagado la deuda que tenía con mi “amigo”. Un momento…. ¿Horas? Pero si habrán sido a lo más diez minutos los que habrán pasado desde que llegué a esta casa. Sí… Según mi reloj, diez minutos justos. Diez minutos has tardado en pasar de ser un ser humano a ser un monstruo. ¡Muy bien! ¡Te vas superando!

El ruido de un reloj dando la hora me saca de mis pensamientos. Con dificultad quito el cuerpo del hombre de encima mío y me levanto. Miro la escena. Los dos cuerpos allí tirados… Mejor no me entretengo. Los malos tragos mejor pasarlos deprisa. Bajo disparado hacia la cocina. Ya no importa ser silencioso que no. Saldría por la puerta y me olvidaría de todo pero… mi cabeza piensa en la mujer que está durmiendo en el baño. Así que pillo un boli que hay en la encimera, uno de esos post-it en blanco y garabateo algo. O lo intento, porque la mano tiembla que da gusto. Después arranco el post-it y subo las escaleras. Lo pego en la frente de la niña. Creo que es el mejor lugar. Seguro que ahí la madre lo ve. Antes de salir, le quito el seguro a la puerta del baño. Luego bajo las escaleras.

Mientras salgo por la puerta de atrás no me puedo quitar la imagen de la niña muerta de la cabeza. Sé que pasará mucho tiempo antes de que se me quite del todo. Lo curioso de todo es que la imagen que tengo en la cabeza incluye el post-it que dejé en la frente de la niña. Ese en el que pone “Lo siento”. Un “Lo siento” que me perseguirá día y noche, allá dónde vaya. Un “Lo siento” que no me dejará volver a ser el mismo. “Lo siento”. Dos putas palabras que cambiarán mi vida. ¡Tiene narices la cosa! FIN


~ lunes, 18 de mayo de 2009 0 comentarios

Imparcial

Se lo crean o no, amigos míos, una vez fui tan imparcial, tan imparcial que un día llegué a casa y mi madre me preguntó “Niño, ¿tú eres imparcial?” Y yo le respondí: “Lo siento, pero no quiero posicionarme en ese tema. Me voy a la calle."

PD: Me encantan estas entradas con las pequeñas chorribobadillas que se me ocurren de vez en cuando. ¡Nos vemos!


~ martes, 12 de mayo de 2009 1 comentarios

Asesinato a la fuerza (Parte 2)

[Hola, hola, amiguitos. Bienvenidos a la segunda parte de “Asesinato a la fuerza”. ¿Lo recuerdan? Era un relato que empecé hace justo una semanita. Lo tienen en el historial de actualizaciones si no lo leyeron. Si sí lo leyeron… ¡Disfruten la segunda parte! ¡Y en una semana, el desenlace! ¡Viva y bravo!]

Me acerco un poco más a la cama. Miro la cara de él. Luego veo la foto: Es el hombre al que tengo que matar. No hay duda. Lo único que en la realidad tiene algún pelo menos y alguna arruga más pero por lo demás él y su foto son idénticas. Me rascó la barbilla. ¿Cómo puedo matar a un hombre sin que su mujer, que duerme al lado, me moleste en demasiá? ¡Ay, iluso de mi, que pensaba que sería tan fácil como llegar, pegar un disparo en la cabeza y salir de la casa! ¡Por qué no vives sólo, mi futura víctima!

Mi mente se enciende. ¡Ya está! Salgo de la habitación deprisa pero intentando a la vez no hacer ruido. Abro la puerta de al lado, la del centro del pasillo. Entro en el servicio. Me pongo enfrente del armario-espejo encima del lavabo. Antes de abrirlo, me dedico un par de segundos a mirar a mi otro yo del espejo. No parece la imagen que veo todos los días al despertarme. De hecho, no parece que él y yo seamos la misma persona. Pensando en lo deteriorado que me está dejando esta nueva vida, abro la puertecilla y agarro el bote de Morfina y el paquete de algodón. Están uno al lado del otro. Casi como si estuvieran destinados a que yo los utilizara.

Vuelvo a la habitación. Con manos temblorosas, desenrosco la tapa del frasco, cojo un buen trozo de algodón y lo empapo en morfina. Venga, va. Ahora o nunca. Momento de pasar a la acción. ¡Venga, vamos, que tú puedes!

Coloco el algodón en la boca de la mujer, procurando que también le tape la nariz. Abre los ojos y empieza a luchar. Le agarro la cabeza para que no se le quite el algodón. Tras segundos (que se me han hecho horas) de intensa lucha, la mujer cae dormida, inerte. Antes de hacer nada, miro a su marido. Solo por si acaso. No pasa nada. Sigue durmiendo como un bendito.

Considero que lo mejor que puedo hacer es trasladar a la mujer al baño. Por eso de que lo mismo al lado del marido se despierta con el disparo. Además. en el caso de que se despierte, ya la tengo encerrada y no me dará problemas. Sí, todo son ventajas.

Aparto las sabanas con cuidado (ahora solo faltaría que se despertase el marido) y pongo su cuerpo entre mis brazos. Mis manos acarician su ropa interior. Sería una situación extremadamente excitante si no fuera porque ya vengo excitado de casa. Así que para mi no es una mujer en este momento. Solo es un bulto más (Bulto que, todo sea dicho, pesa lo suyo. ¿Han venido ustedes alguna vez de hacer la compra del mes con las bolsas en la mano? Pues se pueden hacer una idea. Quizás más diría yo.) que arrastro por el pasillo hasta el baño y dejo caer en la bañera. Me sorprende que el marido no haya oído nada: lo he intentado pero creo que fracasé en mi intento de ser sigiloso. Cierro la puerta del baño. Echo el seguro y, asegurado de que la tía no va a poder salir de su propio baño, doy la vuelta y vuelvo al dormitorio.

Estoy pasando por la puerta de la habitación cuando un grito me perfora los tímpanos. Tiro la pistola y me tapo los oídos. ¿¡Pero quién cojones…!? Me giro. En medio del pasillo veo una niña pequeña, de no más de 12 años, vestida con un camisón largo y gritando como una cerda. ¡No sabía yo que el bastardo este también tenía una hija!

Oigo un “click” a mis espaldas. ¡Perfecto! El tío con los gritos de su hija se ha despertado y acaba de encender la luz. Y entre medias de los dos, yo sigo en la puerta de la habitación. Él me mira. Yo le miro. Podría aprovechar para matarle ahora. Cojo la pistola del suelo, apunto y… ¡Un momento! La niña sigue mirándonos. Y vale que pueda matar a una persona (algo que, hace escasos días, ni me hubiera planteado pero… c’est la vie, supongo) pero matar a un padre justo enfrente de su hija… No, eso no puedo. Pero claro… Si no mato al hombre, mi “amigo” (maldita la hora en el que empecé a llamarle así) no me lo toleraría. Además, seguro que el padre ya me ha visto la cara y no tardaría en denunciarme. No sé qué hacer, la verdad…

[Se lo dije la semana pasada y se lo digo esta. Háganme el favor de comentar. Es mucho para mi qué comenten esta entrada. Me costó lo mío escribir la historia. (Una tarde entera desperdiciada) Se aceptan sugerencias sobre cómo terminará todo. Ya lo tengo escrito pero… ¡seguro que la satisfacción que les dará cuándo vean que han acertado les llena incluso más! ¡Nos vemos la semana que viene con el desenlace! ¡Adiós, amigos!


~ lunes, 11 de mayo de 2009 1 comentarios

El diario

Ayer salí de casa. Sí, amigos, no se lo van a creer pero ayer salí de casa. Es motivo de celebración. No obstante, de eso no es de lo que quería hablarles hoy.

Cómo dije, ayer salí de casa. Y según salía del portal, empecé a oler un olor conocido. En seguida, a pesar de los años que han pasado, lo reconocí. ¡En el portal de mi casa estaba el mismo olor que había (y hay) en mi viejo diario de papel! Sí, era uno de esos perfumados que te venden en las papelerías, con un motorista en la portada y una cerradura cutre para que nadie pudiese abrirlo.

Les confieso que nunca fui amigo de escribir un diario… No sé. Lo veo pelín tonto. Escribir cosas sobre tu vida en un cuaderno que sabes que nadie va a leer… Distinto es este blog, por supuesto. Aquí sé que alguien me lee y, además, puedo jugar con otro tipo de escritura más que la mera narración de lo que pasó hoy en mi vida.

No obstante, lo empecé a escribir. Y… no sé si es porque mi vida es muy aburrida o porque no me fijo en las cosas pequeñas de la vida pero a los pocos días no tenía nada nuevo que contar. Lo dejé. Y lo volví a coger (creo recordar) dos veces más: una para escribir sobre el hecho de que Francia había ganado el Mundial de Futbol Francia 98 (creo que era ese) y otra para anunciar a bombo y platillo que me había pasado un videojuego para la Nintendo 64 (El Rayman 2, por si preguntan). Desde entonces no lo he vuelto a coger. Si no recuerdo mal, y si sigue ahí, está en el armario de mi habitación. En el armario desde hace 10 años… Mmm… Creo que le echaré un vistazo. Puede que encuentre algo importante aunque lo dudo mucho.

Pero antes me voy a cocinar algo. Cortesía del “Cocina Conmigo”, el recetario ese interactivo para la DS. Ensalada de Patatas alemana, creo. Ya les contaré cómo salió. ¡Nos vemos!


~ martes, 5 de mayo de 2009 0 comentarios

Asesinato a la fuerza (Parte 1)

[Muy buenas, señores mios. Les presento un relato que hice ayer. Pero… les advierto que no está entero. Está en tres partes. Y se irán publicando cada lunes gracias a las bondades y maravillas de las entradas programadas. No esperen partirse de risa. No es de risa. Pero estoy muy orgulloso de él. ¡Disfrutenlo!]

Imagínense la situación en la que estoy ahora mismo: A las afueras de una casa bien en Washington DC, calado hasta los huesos gracias a la torrencial lluvia que ha tenido a bien recibirme a mi llegada a los States y con un arma en la mano. Saco el móvil del bolsillo. Faltan apenas 15 segundos para la medianoche. El teléfono vuelve a su sitio y, en su lugar, saco un papelito. En él imprimí la cara del tío que tengo que matar y su dirección. Aquí es. No hay duda.

Estoy temblando. No sé si es por el frio o por lo nuevo de la situación. Créanselo o no, nunca maté a nadie. Y probablemente podría haber mantenido mi record de tiempo si no hubiera conocido a esa persona. Gracias a él empecé a conocer gente muy rara, a hacer cosas muy raras (No preguntéis. Son cosas que me llevaré a la tumba) y, como colofón, hoy empezaré a matar gente. Y, debo mencionar, que no se trata de gente muy rara.

Pero lo que me hizo esa persona ya no importa. Lo pasado es el pasado y ahora estamos en el presente. En un presente que yo elegí vivir. Vale que ahora me arrepiento de la elección pero… No hay vuelta atrás. Empiezo a andar hacia la parte de atrás de la casa. Mientras voy pensando en qué pasará si todo sale mal. Lo mismo puedo echarle las culpas a mi “amigo”. No creo… Demasiado influyente. Lo “arreglaría” todo para que yo pareciese más culpable de lo que soy.

Abro la puerta de la cocina. Tal y como me dijo él, está abierta. Paso a la amplía cocina (que, como ya sois mayorcitos, os podéis imaginar cómo mejor os plazca. Yo no tengo tiempo ni ánimo para fijarme en esas cosas). ¿Cómo pude ofrecerme voluntariamente a una misión así? Las escaleras al piso de arriba están por la salida norte de la cocina. Suerte que al menos tengo memoria casi fotográfica con los mapas. Y a todo esto… ¿Cómo consiguió un mapa de la casa? Cuándo me lo enseñó para darme los detalles, preferí no preguntar.

Hale, ya estoy en el piso de arriba. ¿Qué puerta era? ¿La de la izquierda? Sí, estoy casi seguro. Sí, ahí está el objetivo. ¡Mierda! No sabía que tenía mujer. Mmm… eso complica las cosas. Bueno, creo que las complica. Al menos en las pelis las complica. Claro que esto es la vida real…

[¿Qué les pareció? Por favor, se lo pido desde el más profundo interior: comenten esta entrada. Normalmente me daría igual pero este es un proyecto muy grande (grande para el blog que es este, claro) y quisiera saber que les pareció, cómo piensan que va a seguir, qué fallitos tiene y demás cosas que ayudarían mucho a que se repitiera este… tipo de entradas. ¡Nos vemos el lunes que viene! ¡O mañana, con una nueva entrada a saber sobre qué!]


~ lunes, 4 de mayo de 2009 3 comentarios

Que bueno vivir como esta gente

Los publicistas argentinos tienen fama de ser muy buenos (y fama demostrada, según tengo entendido), así que creo que va a ser por eso por lo que me encanta ese anuncio que ví el otro día en youtube por purita casualidad. Además, destila un positivismo (de ser positivo, digo) y un buen rollito que, madre del amor hermoso, me encantan. Lastima que en la vida real se llegue a este nivel de felicidad en tan pocas ocasiones. Quizás por eso me gustan los anuncios: porque te trasportan a mundos very jappis de la muerte.

Y ahora les dejo con “Qué bueno vivir como esta gente”, anuncio de 7up. ¡Disfruten! ¡Nos vemos mañana!


~ sábado, 2 de mayo de 2009 2 comentarios