Chándal-man

~ sábado, 2 de enero de 2010

Los que me conocen en la vida real sabrán (y si no lo saben, entonces es que no se fijan mucho y por ello merecen ser ampliamente tachados de ser gente que no se fija mucho) que, salvo que la etiqueta mande de forma obligatoria, yo siempre suelo ir en un pantalón de chándal. Lo de la parte de arriba varia, sí, pero lo de abajo siempre es un pantalón de chándal. ¿Por qué? Supongo que por comodidad. O por el hecho de que creo (otra cosa es que sea verdad) que unos pantalones vaqueros le quedan horripilantemente ajustados y mal a una persona con el perimetro panzil que tengo yo ahora. Siempre digo que si pierdo peso me pondré unos vaqueros. Y lo mantengo. Esta singuralidad de mi persona hasta lo que yo sé es ampliamente aceptada por mis amigos. No obstante… ayer pasó algo que me hizo “enfrentarme al sistema”.

Me llama un amigo mío para decirme que sus amigas han organizado una fiesta de nochevieja en un local que tiene una de ellas. Otras veces he salido con esas chicas y, la verdad, jamás me lo he pasado mal. Tampoco me lo he pasado excepcionalmente bien no obstante así que tengo mis dudas sobre si ir o no. Al final digo que sí. Nos ponemos de acuerdo en las pequeñeces técnicas y de repente me suelta: “Oye, que las chicas me han dicho que no vengas en chándal.” Me quedo mudo. ¿Pero no vamos al local del padre de una de las chicas? ¿No vamos a hacer la fiesta allí? ¿Qué coño importa que yo vaya en chándal o no? A ver… si me dijeran que se van a una discoteca de esas que para pasar es obligado ir con ropa de vestir, entonces soy el primero que saco mi pantalón de vestir y me lo pongo pero… ¡maldita sea! ¡Qué vamos a estar en un local privado! ¡No va a haber ningún gorila en la puerta que me diga “No puedes pasar”! Le digo que no voy más por pura terquedad que por otra cosa, nos despedimos y cuelgo el teléfono.

La nochevieja la pasé en casa, con mi señora madre y mi señora perra, viendo la tele y escuchando buena música. En cierta manera, no echo de menos el no haber ido. Solo me quedan ver las fotos para ver si lo que me perdí fue algo épico o no. Pero me da que no.

PD: Si fuera bueno dibujando, haría un webcomic personal con las aventuras del verdadero “Chándal-man”, un servidor de ustedes. Otra cosa a la lista de cosas que nunca haré. Y ya van… 

1 comentario:

Alfonso dijo...

Y yo me pregunto... ¿que es un pantalon de chándal? O.o

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